Se acerca el verano y el mayor Monogram ha decidido darme unas merecidas vacaciones. Exactamente, una tarde de vacaciones. Íbamos a aprovecharlas visitando el Museu de la Moto de Basella pero recibí información sobre la presencia del Dr. Doofenshmirtz en las cercanías así que tuve que "desaparecer" y entrar en el museo de incógnito para intentar descubrir si el malvado tramaba alguno de sus planes.
Empezamos el recorrido y, enseguida, nos topamos con cosas extrañas: motos en el techo o levitando...
No lográbamos encontrar a Doof, pero yo debía pasar desapercibido así que tuve que esconderme detrás de unos trofeos, en una moto, en una camiseta...
Algunas pistas, como un extraño líquido en el suelo o un saco que demostraba que alguien había dormido allí, nos hacían pensar que, en efecto, algo estaba a punto de suceder.
No recuerdo mucho más, me estaba recuperando del impacto de la onda cuando vi huir a Doof con un vehículo robado...
El Agente P. desbarató los planes de Doofenshmirtz en el Parc del laberint, Tortosa y Arcos de la Frontera.
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